Los BCM son una amplia variedad de recursos, ya sean naturales, producidos o intelectuales, que representan el interés común y que sufren procesos muy graves de destrucción, apropiación y privatización. Los BCM precisan de un reconocimiento general, una regulación mundial y medidas económicas de protección, para evitar su deterioro en el caso de los recursos naturales, y para potenciar su desarrollo en el caso de los bienes sociales y políticos.
Problemática
Un bien común mundial es un bien común accesible a todos sin condición. Una característica de los bienes comunes (mundiales o no) es la no-rivalidad: el consumo del bien por una persona no reduce su disponibilidad para el consumo de otras ni supone un coste adicional. Otra característica es la no-exclusividad: es imposible impedir a alguien el consumo de ese bien. Los bienes comunes no deben confundirse con los bienes de propiedad comunal (bosques, sistemas de irrigación) pues el propietario del bien puede ser la comunidad, el sector público o el sector privado. Los BCM se pueden dividir en recursos naturales (océanos, atmósfera, espacio exterior), sociales o artificiales (ciencia, cultura, tradiciones, internet), y “políticos” (paz, salud, estabilidad financiera). Algunos cabalgan entre diferentes categorías, por ejemplo las nanopartículas pueden ser de orígen natural o artificial. Cabe diferenciar también entre el bien soporte (agua, planta medicinal) y el bien establecido (subministro de agua, conocimiento curativo), ambos relacionados con un mismo objeto. Para acabar, una categoría interesante de BCM es la de los bienes recientemente conceptualizados como tales como estrategia para frenar su privatización, su pérdida o su degeneración, tales como el mercado, la justicia, las infrastrucutras, los ecosistemas o la seguridad alimentaria.
En los últimos siglos, los bienes públicos mundiales han sido mercantilizados, sobreexplotados y deteriorados. La fuerza económica de la mundialización ha acelerado esta tendencia en las décadas pasadas. Las privatizaciones y desregulaciones en todas las áreas, desde la ciencia al agua, pasando por la salud, la educación o la diversidad genética, y la debilitación de las políticas nacionales, la falta de protección legal de los recursos naturales, ya sean de acceso libre o gestionados localmente, son muestra de este proceso de saqueo de los bienes comunes a un ritmo desenfrenado, por parte de bancos, empresas, Estados y particulares. Esta apropiación se justifica diciendo que su explotación en manos privadas garantiza el crecimiento económico. Pero lo que acontece no es un aumento de riqueza sino una disminución debido a la deterioración, reducción o extinción de estos bienes.
Propuestas
Reconocimiento paradigmático de los BCM
Reconocer los BCM como la piedra angular de un cambio sistémico
Desarrollar un paradigma de los bienes comunes
Comprometerse individual y socialmente mediante una filosofía consensual
Identificar, delimitar, regular y desarrollar los comunes, su propiedad y su uso en el derecho internacional y en las constituciones de los Estados, para dar cabida a la representación de los intereses de la humanidad y de la Tierra.
Elaborar una definición de los BCM y sus derechos de propiedad
Decretar el derecho y la responsabilidad de la sustentabilidad y la seguridad de los BCM
Constituir unos principios únicos de gobernanza
Redactar cartas sociales sobre los BCM
Establecer los principios y las reglas de gestión de los bienes comunes
Una protección normativa de la OMMA y de los Estados
Medidas económicas mundiales de protección
Crear trusts comunales mundiales
Un sistema financiero orientado hacia el bienestar universal y basado en los BCM
Profundizar y extender las experiencias de gestión existentes.